Tuesday, January 05, 2010

Comic RUPAY, ahora en Europa


¡Qué buena noticia! Leo en PERU21 que la historieta (o comic) "RUPAY. Historias de la violencia política en Perú" ya está a la venta en España, a través de la editorial Oveja Roja.
Por si no lo saben, RUPAY es una de las más punzantes y valientes obras gráficas que tratan sobre el fenómeno del terrorismo. Según refiere el diario PERU21 el estilo de RUPAY es "documental". No creo que sea exacto, pero seguramente lo que se quiere enfatizar es que los autores se han inspirado en parte en el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
¿Quiénes son los autores de RUPAY? Son Luis Rossel, Jesús Cossío y Alfredo Villar. El libro salió a la venta en agosto de 2008. La primera edición estuvo a cargo de la Editorial Contracultura y actualmente quedan algunos ejemplares en la tienda que la editorial tiene en la avenida Larco en Miraflores.
Hace algún tiempo compré y leí de cabo a rabo RUPAY. No me voy a cansar de decirlo: RUPAY es una excelente obra de comic. Tanto por el contenido, como por la presentación, RUPAY es clara muestra de la calidad de nuestros artistas gráficos.
En relación al contenido, hay algunos pasajes que pueden ser controvertidos (polémicos) pero en términos generales es una obra lograda, con energía, valiente y nada ingenua.
En RUPAY se tocan temas muy dolorosos relacionados con la más triste y la más violenta época de nuestra vida republicana: la pesadilla del terrorismo y la guerra sucia, ocurrida entre 1980 y 2000. Aquí pueden ver un ejemplo del estilo del comic RUPAY (¡las almas sensibles tengan cuidado!) sobre la matanza de Putis en Ayacucho

http://elotrotambor.blogspot.com/2008/08/las-fosas-de-putis.html

Por su estilo frontal y talante reivindicativo. RUPAY no pide ni da tregua. Es un aullido (gingsberianamente hablando). Por esa razón, no pidamos que los autores sean "neutrales". Esta obra seguramente sacará roncha a algunos y dará mucho que hablar.
Felicito al equipo que hizo posible RUPAY y al editor.

Sunday, January 03, 2010

ILUMINACIÓN DESGARRADORA



De pie frente a una ventana abierta, un hombre ve pasar una mariposa e intenta atraparla, sin lograrlo. Esa es la escena final de Japón no da dos oportunidades (1994), libro testimonial de Augusto Higa Oshiro. Con ese recurso poético, Higa revela compasivamente el desarraigo de muchos peruanos nisei, que viajaron con ilusión a la tierra de sus ancestros para integrarse a la sociedad japonesa contemporánea y que, en cambio, descubrieron que eran considerados extranjeros. En la novela La iluminación de Katzuo Nakamatsu (Editorial San Marcos, 2008), Higa utiliza semejantes recursos poéticos.
Y merced a una prosa compacta ha obtenido una de las novelas más desgarradoras de la literatura peruana. Se trata de un escritor nisei que descubre súbitamente que ha perdido los lazos con los demás peruanos. Katzuo Nakamatsu contempla los cerezos (sakuras) del Parque de la Exposición de Lima y, de pronto, se le revela la muerte. "En la armonía cósmica, una sustancia mínima caducaba, llegaba a su fin, él.". (página 17). Gran parte de la novela describe la vertiginosa extinción de la conciencia del protagonista, su esquizofrenia y desamparo existencial. Despedido de su puesto de profesor de Literatura en una universidad, viudo, pobre y viejo, Katzuo Nakamatsu emprende su agonía, con la enfermedad y el desarraigo a cuestas. Parece dejar su muerte al azar o a la incertidumbre: ".en su desventura le preocupaba la forma de la muerte: ¿un accidente de tránsito?, ¿un infarto repentino?, ¿alguna mano asesina? No lo sabía, tampoco lo imaginaba". (página 17). Diabólica o compasiva, la voz narrativa lo sigue por burdeles y muladares de Lima. En medio de ese caos, aparecen en su locura dos figuras que encarnan su más íntima búsqueda de belleza y valores heroicos: el poeta Martín Adán y el nacionalista japonés Etsuko Untén, ambos desdeñosos de la vulgar realidad. El primero le dicta sentenciosos versos pesimistas ("La esperanza es una cosa dura./ Es una tripa humana./ Algo de lo que cuelga, no sé cómo/ Del Alma, / Como cuelga el cuerpo. / Como cuelga su nada.") [página 29]; mientras que el segundo le susurra la crónica rencorosa de la migración japonesa en el Perú.
"Recuérdalo bien, supimos de tantos vejámenes y tantas humillaciones, cualquier hijo de vecino nos amenazaba como si fuésemos apestados [...] Cada criollo y gente de mal, nos asaltaban y nos esquilmaban aun en la desgracia.. [...] Estábamos al arbitrio de ellos, nuestros enemigos, bajo la acusación de quintacolumnistas, y presos de la ira popular, agitadores, politiqueros, la chusma, la rapiña, la malevolencia general" (página 117). Hacia el final del libro, Katzuo Nakamatsu ha conseguido la iluminación (satori) de manera poco ortodoxa y se somete a un tratamiento psiquiátrico. Luego, entrega a un amigo la novela que ha estado escribiendo, sus diarios y un detallado estudio sobre las familias japonesas en el Perú. A los dos meses muere en su cama, decorosamente.
Aquí tendríamos la posibilidad de una interpretación restringida de la novela de Higa (v.g. un discurso acerca de la identidad problemática de los nisei peruanos). O podría hacerse un boceto de la combustión de dos culturas en una sola psique; pero con esa historia, Augusto hace mucho más: representa la pasión de un artista que encara a sus demonios y, ante la adversidad, busca un punto de equilibrio para iluminar humanamente al lector.