Wednesday, December 30, 2009

Tirulato para todos



¿Qué esperamos de una obra de teatro para niños? Yo me he formulado varias veces esta interrogante, precisamente a la entrada y a la salida de las salas de teatro a donde he ido en compañía de mi hija Rafaela y mi esposa. Con algunos años de experiencia, mi respuesta es: Yo deseo que mi hija (o los hijos de mis amigos y amigas) gocen de obras como “Las aventuras de Jutito” del Proyecto Tirulato.
Lástima que las presentaciones del Proyecto Tirulato no sean tan frecuentes. Con mi familia vimos “Las aventuras de Jutito” en la Feria del Libro 2009, a mediados del año. Quedamos encantados. Inteligente, la obra que vimos no cae en el reiterado error de las “obras para niños” de la cartelera limeña (obras que infantilizan al público con fantasías huecas o que son imitaciones baratas de películas como La Bella y la Bestia o programas como Hi5, Lazy Town, etc.).
Todo lo contrario, “Las aventuras de Jutito” es una obra teatro cabal. Puesta en escena por artistas profesionales, que echan mano de múltiples recursos para atrapar tu atención, hacerte reír y reflexionar con tus hijos.
El punto central es que la obra no se propone sermonear a los chicos. Es decir, no es ”literaria” (verbosa, aburrida o estérilmente retórica) sino muy dramática, en el más genuino sentido de la palabra: porque pone en funcionamiento la acción escénica para contarnos una historia y nos hace vivir una experiencia completa (un viaje, una catarsis) que puede ser significativa para nuestros hijos y tener resonancia en nosotros, los padres y las madres.
Han pasado más de seis meses de aquella vez que vimos en familia “Las aventuras de Jutito”. Y puedo decir que ahora, con mucha facilidad y felicidad, recuerdo las melodías y el zapateo de los personajes. Sus dichos y cantos. Su chispa. Pero estoy seguro que no se me olvidará la forma cómo Jutito y su padrino Vallumbrosio (personajes de la obra) atraviesan la experiencia de la violencia y –después-- salen transformados, reconciliados y alegres, pero no por arte de magia (o porque una divinidad los corrigió) sino porque descubren por sí mismos el amor y el perdón.
Ojo, no voy a contar la historia, pero se las recomiendo. Si quieren saber más de esta obra o de las demás que forman parte del Proyecto Tirulato, les sugiero que busquen la cartelera teatral de los periódicos los domingos o “gogleee” la palabra Tirulato. O mejor: compre el libro TIRULATO, Teatro peruano para niñas y niños (Editorial San Marcos, 2009, 220 pp.). Su autora es la reconocida actriz Ana Correa, fundadora de Yuyachkani y cabeza del proyecto.
En el libro TIRULATO, Teatro peruano para niñas y niños usted encontrará muchas sorpresas: trae un CD con una versión para radio de las obras realizadas por el proyecto: “Las aventuras de Jutito”, “La boda de los ratones” y “El Mono, el Tigre y el abuelo Tortuga”. Estas versiones radiofónicas funcionan perfectamente como alternativa a los cuentos que les contamos a nuestros hijos. Asimismo, en el volumen impreso se consignan los textos teatrales (suerte de guiones) de las tres obras de Tirulato. Pero el aporte más importante del libro es la introducción que hace Ana Correa (páginas 15-37). Ese texto es una sucinta poética de un nuevo (y a la vez tradicional) teatro peruano para niños, fruto de más de quince años de investigación, ensayo y error. Ana declara en esas páginas las premisas de su proyecto y la forma en que las maestras y maestros de nuestro país pueden hacer suya esta propuesta en la escuela. Que lo disfruten.

Saturday, December 26, 2009

HORA ZERO, los broches mayores del sonido




Hora Zero es lo mejor que le ha pasado a la literatura peruana. Por muchas razones.
La más importante: sus integrantes nos han entregado un conjunto de poemas (y poemarios) de altísima calidad. En cuanto a los poemas, es inobjetable el brillo y el genio de los textos escritos por algunos de sus integrantes: “Balada para un caballo” (de Jorge Pimentel), “Si tienes un amigo que toca tambor” (de Manuel Morales), “Julio Polar” (de Juan Ramírez Ruiz) y “Notas sobre el arte de mantener el espíritu limpio” (de Enrique Verástegui).
En cuanto a los libros, los integrantes de Hora Zero han publicado poemarios que marcan época: Poemas de entrecasa (Morales) Ave soul (Pimentel), Un par de vueltas por la realidad (Ramírez Ruiz), Noches de adrenalina (Ollé), En los extramuros del mundo (Verástegui), Cementerio General (Tulio Mora), entre otros.
Por todo ello, es muy valioso el volumen recientemente publicado Hora Zero , los broches mayores del sonido (Fondo Editorial Cultura Peruana, 2009, 630 pp).
El libro es una suerte de antología celebratoria de este movimiento. En él se incluye una importante nota-ensayo del editor, el poeta Tulio Mora, en el que se plantea una forma de explicarnos la emergencia de Hora Zero en el contexto nacional. Hay una muy bien surtida sección de poemas escritos por sus integrantes, en donde encontramos joyas y guijarros.
Nota aparte merece la recopilación de los manifiestos (“Palabras urgentes”, “Poesía integral”, “Contragolpe al viento”, “Déjenlo todo, nuevamente”, “Rasgar el tambor, la placenta”, “Mensaje desde allá”) en la sección Las piedras del escándalo (533p-566p) que son una saludable muestra de autonomía en la reflexión poética en el Perú, algo en lo que los horazerianos también son pioneros. Asimismo, en el libro encontramos testimonios, correspondencia, cuentos, crónicas, fotos, reproducciones de artistas gráficos, afines o adheridos al movimiento poético, todos contagiados por ethos democratizante, inclusivo y ciertamente modernizador, que son rasgos inherentes al movimiento desde su fundación, allá por los años 70.
Es maravilloso que todo ello haya sido hecho a puro pulmón por una generación de artistas y pensadores autodidactas, sin condescendencias de ninguna clase al mainstream.
Finalmente, como lector, agradezco a quienes han hecho posible este soñado libro. A través de sus páginas podemos sentir la reivindicación del poema y de la vida digna del artista. Lo digo porque, en el Perú, con Hora Zero, el poema deja de ser un adorno o un mero desahogo sentimental y adquiere la potencia y la madurez de las auténticas obras de arte, realizadas con libertad, creatividad, rigor y crítica.

Monday, December 21, 2009

Una vida que contar (o para armar)



Alberto Fuguet ha publicado un libro interesante: autobiográfico y radicalmente ficcional. Missing (una investigación), 2009, bajo el sello de Alfaguara.
Si todavía queda algún lector que crea que la combinación entre el discurso biográfico y la ficción es imposible, pues debe leer esta novela. Debe asimismo, tomar nota que si no lee Missing, si no lee El Quijote, si no lee El zorro de arriba y el zorro de abajo, para solo citar algunos ejemplos memorables, se está perdiendo buena parte de la mejor producción literaria. Aquella que es un reto, que desafía no solo los prejuicios del lector, sino también su tranquilidad. En ese sentido, Missing abre el gusto por lo excepcional y muestra muchos espejos y abismos humanos.
Desde sus inicios, la novela, como se sabe, es un género híbrido, un anti-género, un ente omnívoro, que se puede alimentar de cualquier discurso y seguir siendo novela.
Desde cierto punto de vista, en Missing, Alberto Fuguet narra la historia de su tío Carlos, que un día rompió toda comunicación con su familia y se perdió en la multitud urbana de Estados Unidos. En el libro, el sobrino busca al tío y lo encuentra. Además, logra que le cuente su vida y sus pasiones. Bien. Pero el personaje principal de este libro no es el tío Carlos, sino precisamente el narrador (que puede ser Alberto Fuguet, pero también puede ser otro enteramente ficcional, un doppelgeiger).
El caso es que la verdadera trama del libro no son las andanzas de Carlos, sino las celadas que un escritor sudamericano se hace a sí mismo al confrontarse con sus demonios. A la manera de "Seis personajes en busca de autor" de Luigi Pirandello, Fuguet ha puesto un espejo frente a sí mismo.
Felizmente, tiene el oficio de narrador para que su libro no sea una mirada al ombligo. Todo lo contrario. Fuguet es culto y despiadado y tiene recursos para construir una crisis y salir de ella transformado.